La mietkaution suele equivaler a uno a tres meses de alquiler y se mantiene en una cuenta separada durante el arrendamiento. Al final del plazo del arrendamiento, suponiendo que el inquilino haya cumplido todos los términos del acuerdo y que la propiedad esté en buenas condiciones, el propietario deberá devolver la Mietkaution al inquilino.